Con motivo del gran número de caídas de pollos de aves (especialmente de cernícalo primilla) de sus nidos, procedemos a dar a todos/as los/as vecinos/as de Trujillo unas pautas sobré qué hacer en estos casos.
Todos
los años, durante la primavera y verano, cientos de miles de pollos de aves
deciden lanzarse a la aventura de la vida y saltan del nido. Sin embargo, aún
seguirán dependiendo de sus padres durante algún tiempo hasta que aprendan a
buscarse el alimento, a reconocer los peligros, etc. Los pollos con estas
características no deben cogerse porque no necesitan ayuda. Esto es lo que
suele pasar con la mayoría de los pollos que recoge la gente que, con la mejor
intención del mundo y por ignorancia, no saben que ese pollo no suele ser
huérfano.
De
lo que se trata es de ver si sus padres siguen ocupándose de él o no. Para ello,
lo más aconsejable es buscar un lugar cercano, apropiado y a salvo de posibles
depredadores, donde sus progenitores puedan encontrarlo: un agujero en la
pared, en el tronco de un árbol, en el espesor de un arbusto o simplemente un
sitio elevado como una rama. Después, hay que alejarse del lugar durante al
menos una o dos horas. En el caso de regresar, hay que aproximarse con
precaución, porque durante nuestra ausencia sus padres pueden haberle
encontrado.
Es
conveniente moverse discretamente a una distancia prudencial (15-20 metros),
observando unos minutos para comprobar si los adultos llevan alimentos al pollo
o si como mínimo mantienen un contacto auditivo mediante el reclamo.
Generalmente los pajarillos son alimentados en períodos de menos de quince
minutos.
Aunque
pueda parecer que esperar unos minutos es una “pérdida de tiempo”, es necesario
concienciarse de las horas que habrá que dedicar si decidimos ocuparnos de la
cría de un pollito que en realidad no lo necesita. No
obstante, si estamos seguros de que el pollo es realmente huérfano y queremos
responsabilizarnos de él, tenemos información en el blog del Proyecto Mícal de
Trujillo.
Hay
que tener en cuenta que según la Ley
4/1989, de 27 de marzo, de conservación de los espacios naturales y de la
flora y la fauna silvestres “queda
prohibido dar muerte, dañar, molestar inquietar intencionadamente a los
animales silvestres, y especialmente los comprendidos en alguna de las
categorías enunciadas en el artículo 29, incluyendo su captura en vivo y la
recolección de sus huevos o crías, así como alterar y destruir la vegetación.
Con relación a los mismos quedan igualmente prohibidos la posesión, tráfico y
comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos, incluyendo el comercio
exterior”.
Por
ello, cuando se encuentre un pollo de ratonero, cernícalo o mochuelo, entre
otros, es primordial dirigirse al Ayuntamiento, a la Policía Municipal o
Guardia Civil o a un centro de recuperación de animales salvajes, que, en este
caso y por su proximidad, será el Centro de Recuperación de la Fauna y
Educación Ambiental “Los Hornos”. Recordamos que la tenencia este tipo de aves es ilegal. Aquí podemos ver el catálogo de aves amenazadas de Extremadura.
Sin embargo, si se ha encontrado una
golondrina u otro insectívoro, aunque estén protegidos, es posible que los/as
vecinos/as de la localidad puedan colaborar y participar en su rehabilitación.
Para ello, pueden seguir estas indicaciones y recomendaciones que plantea SEO Birdlife sobre qué hacer con pollos huérfanos o bien informarse en la Concejalía de Medio Ambiente del
Ayuntamiento.
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